Molinos, camellos y cervezas compiten por el área de fina en el sudeste
Por Agustin Baqué, trader de comercio exterior en Alea y Cía S.A., asesor en comercialización de commodities agrícolas para empresas agropecuarias y cofundador de cerveza artesanal SUD.
La campaña de fina 18/19 arranca con dos matices bien marcados: muy buenos precios de trigo y cebada enero 2019 y una situación de marcado déficit hídrico en varias regiones productoras del país. A semanas del inicio de la siembra en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, el productor empieza a afinar el lápiz para decidir qué cultivo sembrar.
El trigo picó en punta en esta batalla por área. La campaña 18/19 comienza con algunas dificultades climáticas en las variedades de invierno del hemisferio norte (sequía en USA y norte de Europa) y en la implantación de las variedades de primavera (retraso en las siembras por bajas temperaturas en Canadá, USA, la UE, Rusia y Ucrania), lo cual generó una suba en las cotizaciones del cereal en los diferentes países exportadores.
Los U$D 195 con entrega enero generaron una fuerte ola de ventas en Argentina que alcanzaron las 385.000 toneladas (versus 38.000 del año pasado a igual fecha) dado el excelente margen bruto (U$D 215 por ha. tomando U$D 180 gastos de estructura y 5 ton/ha) que arroja en campo propio y la menor complejidad que implica versus el cultivo de cebada.
Sin embargo, los camellos y las cervezas reaccionaron rápido a esto, y con un balance 18/19 que, según la estimadora europea Strategie Grain, arrojaría una relación stock/consumo de solo 14,2% a nivel mundial, acompañaron la suba del trigo. Niveles de precios U$D 190 en forrajera y U$D 210 para cervecera en el mercado local, pusieron en duda la intención de siembra del productor.
Tengamos en cuenta aquí que la cebada tiene una demanda muy inelástica (la cerveza solo se logra a partir de la malta de cebada y los árabes no pueden variar la dieta de los camellos), lo que implica que en campañas de baja relación stock/consumo, los precios se tornen muy sensibles y se disocien del resto de los productos agrícolas. El margen bruto que arroja el cultivo es U$D 149 por ha. con un precio de U$D 190 y rinde 5 ton/ha y U$D 249 para un precio de U$D 210 e igual rinde.
Aparece aquí, tal vez, el elemento más difícil e importante de la decisión: el cultivo de segunda implantación. La soja, por costo y estabilidad todavía continúa siendo el preferido por el productor del sudeste. Dicho esto, la cebada siempre resulta más atractiva que el trigo dado que la cosecha se realiza unos 5/10 días antes y representa entre unos 400 y 600 kg más por ha. Con un rendimiento de indiferencia de 850 kg/ha, sin duda, es un elemento clave en la decisión, dado que impacta de manera significativa en el margen bruto.
Acá los camellos y la cebada forrajera son los grandes favoritos a ganar superficie y las principales razones son: una menor tecnología requerida, un menor riesgo para alcanzar el estándar de comercialización y por último y más importante, un parámetro de humedad más flexible (13,5 versus 12,5 de la cervecera) que permite una recolección más temprana y consecuente mayor potencial de rendimiento en soja.
Los cerveceros seguramente den lucha para no dejar a Sudamérica (importa 1 millón de toneladas, casi en su totalidad desde Argentina) sin su materia prima más importante, a través de una prima que atraiga una mayor inversión en tecnología.
Todo está por verse en este próximo mes, en donde el clima del hemisferio norte y los precios forwards determinarán la composición del área de fina del sudeste.
Agustín Baqué (abaque@aleaycia.com)