Análisis actualizado de la producción de cebada

El panorama mundial en cuanto a volumen producido, calidad y demanda de cebada no ha sufrido cambios. Los 140 millones de toneladas de cebada producidos en el mundo, según el IGC, es la cantidad más baja en los últimos 6 años, los principales países exportadores ven reducido su volumen de producción en 7 millones de toneladas y los stocks finales son los menores de los últimos 23 años (Graincom).

Las últimas semanas los mercados han estados con cierta tranquilidad y expectantes. Sí, se ha observado especialmente en Europa una flexibilización de los parámetros de calidad, en particular proteína, que han permitido incorporar a la industria maltera / cervecera partidas de cebada que originalmente tenían destino forrajero.

Rusia, mayor productor de cebada mundial, ha visto disminuida su producción cebadera en alrededor de un 15 % respecto al año pasado y se espera que sus exportaciones se reduzcan un 30 % respecto al año anterior. Australia continúa con su falta de lluvias, especialmente en el este, a lo que se le han sumado heladas importantes en el oeste que han obligado a disminuir las estimaciones de producción y exportación de cebada y trigo.

La situación mundial de producción que ha impactado positivamente en los precios tanto de la cebada como el trigo ha estimulado a los productores europeos a incrementar el área de siembra de estos dos cultivos en detrimento de canola y remolacha azucarera. Se espera que aumente significativamente el área con cebada y trigos invernales, aunque al momento las condiciones climáticas, especialmente en Francia, no estarían permitiendo el inicio de las siembras.

En Sudamérica, los otros dos productores importantes de cebada cervecera, Brasil y Uruguay, han completado una siembra de cebada de 75.000 has y 170.000 has respectivamente.

En Argentina, un ajuste en la estimación de la superficie sembrada por parte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ubica la misma en 1 millón de hectáreas. Muy cercana a nuestro valor de 980.000 has y otras estimaciones privadas. Se observa un muy buen desarrollo de los cultivos tanto de trigo como cebada.

Las lluvias de las últimas semanas han logrado recuperar la humedad de los perfiles donde la falta de humedad se había comenzado a notar, pero también han provocado excesos y daños por granizo en zonas puntuales. Las siembras tempranas han comenzado la espigazón y coexisten con muchos lotes que aún permanecen en macollaje, dada la extensión de las fechas de siembra de este año.

El panorama sanitario es variado, pero los productores están muy atentos al monitoreo y control de enfermedades. Las fertilizaciones han sido en su mayoría adecuadas. En estas condiciones estimamos una producción de 4 millones de toneladas de cebada. Se estima que la producción  de Trigo pueda estar algo por debajo de los 20 millones de toneladas como consecuencia de la sequía aún vigente en Córdoba y Centro Norte de Santa Fe.

Respecto a la cosecha 2018/19 ya se han presentado Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por 166.000 toneladas de Cebada Cervecera y 1.114.000 toneladas de Cebada Forrajera (Info: Subsecretaría de Mercados Agropecuarios).

Los valores FAS observados, posterior a la implantación de los impuestos de la exportación, son de 190/195 usd/tn para Cebada Forrajera y 215/220 usd/tn para Cebada Cervecera de nueva campaña, entrega Dic‘18/Ene’19, con no muchas operaciones registradas.

Aspectos Tecnológicos

Estamos transitando el período crítico del cultivo. Es fundamental en esta etapa la disponibilidad de nutrientes y agua y controlar el aspecto sanitario.

Recordamos la importancia de una buena nutrición no solo para lograr volumen de producción sino también una buena calidad de cebada cervecera en parámetros como proteína y calibre del grano. Es importante la evaluación de la posibilidad de fertilizaciones complementarias que nos aseguren un buen valor de proteína.

El control sanitario nos permitirá llegar al período de llenado de granos con mayores posibilidades de asegurar el tamaño de los mismos, hecho que además de redundar en un mayor rendimiento nos asegurará una mejor calidad cervecera.

Es de suma importancia en esta etapa del cultivo reforzar el monitoreo del mismo y asesorarse sobre la tecnología a implementar y los productos a utilizar.